Muchas veces nos vemos obligados a tener que cambiar la placa base antigua de un ordenador que tiene un disco duro ssd o un disco duro con windows 7 instalado recientemente y no queremos perder configuraciones y programas.
Si conectamos el disco duro a la nueva placa base al encenderlo lo más probable es que se reinicie automáticamente o nos aparezca una bonita pantalla azul, debido a que la instalación de windows no incluye los drivers de nuestra nueva controladora SATA3, si es una placa reciente.
Lo más rápido y fácil es cambiar dos ramas en el registro de windows antes de cambiar la placa base con el sistema antiguo siempre y cuando el sistema esté en buen estado. Esto hará que que al arrancar windows pueda usar los drivers msahci.sys e iastorF.sys lo que hará que el equipo arranque. Si la placa base está averiada entonces habrá que usar otra técnica de inyectar los nuevos drivers en la instalación de windows, pero eso es otro tema.
Las ramas que debemos modificar son las siguientes:
HKEY_LOCAL_MACHINE\SYSTEM\CurrentControlSet\Services\iaStorF
HKEY_LOCAL_MACHINE\SYSTEM\CurrentControlSet\Services\msahci
Hay que cambiar el valor de la clave start que estará a 3 por 0.
Seguidamente ejecutaremos el comando sysprep que nos dejará el windows en el punto en que detecta nuevos controladores y aparecerá el asistente de windows.
%windir%\System32\Sysprep\Sysprep.exe
Al ejecutar el comando sysprep el equipo arrancará solicitando un nuevo usuario, y si el equipo estaba en una red corporativa con dominio estará fuera del dominio, pero tranquilos que no se borran las carpetas de usuario, simplemente reingresar el equipo al dominio y todo estará como antes.
Una vez arrancado el sistema en la nueva placa base procederemos a instalar todos los drivers de la nueva placa base y dispositivos, y ya tendremos el sistema funcionando con la nueva placa base.